martes, 3 de noviembre de 2009

Hormigas


Frente al mundo,
sentado en un banco de cualquier calle,
en una ciudad sin nombre
de no importa qué país,
observando extraterrestres,
devanándote los sesos,
te cuestionas a ti mismo,
“¿qué será ser yo?”, te preguntas,
y aún, “¿por qué?”.
Ávido de sentido te refugias
en el otro,
en el incomprensible otro
que te ignora
o a lo sumo te observa,
incrédulo de sí.
Aterrado creas a dios,
las sagradas escrituras
empapadas en sangre prójima,
y descargas en él toda tu culpa,
“por tu culpa, por tu culpa, por tu puta culpa”,
y sonríes liberado.
Finalmente,
en tu gozo,
olvidas a dios,
reniegas de dios,
te sientas en un banco y,
mientras fumas
otro porro en papel biblia,
en cualquier calle
de esa ciudad que tanto ignoras
de un país insignificante,
te cuestionas
y piensas
en el absurdo retratado
en la vida de una hormiga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario