lunes, 24 de agosto de 2009

SuperYo


Me asustan tus palabras.
Cuando dices creas, ignorante de las consecuencias.

Me asustan tus verdades, tu conocimiento onanista,
la irónica sonrisa que muestras al asumir tu papel,
juez y parte.
Tiemblo ante tus leyes de aire, ante tus dioses de barro.
Pero ante ti me inclino,
inexorablemente.

Yo, hijo de tu soberbia, observo el mundo
a golpe de palabras tercas,
constructor de ironía.

Tú, que abarcas todos los idiomas,
todo sentimiento, que no conoces frontera
más allá de la muerte,
eres el único responsable de mi voz,
tú eres mi propia voz,
consciente e inconsciente.

1 comentario: