domingo, 16 de agosto de 2009

Eclipse de Sol


¿Recuerdas la mañana en la que el sol no salió?

Las gentes, confundidas, vagaban por las calles
indignadas, sucias de la noche perenne,
esperando una respuesta de los cielos,
oscuros y silentes.
Algunos se abandonaron al hastío apocalíptico,
comenzaron su letanía de motivos,
vendieron sus plegarias de redención,
oscuros elocuentes.
Otros se conformaron en el placer del instinto
a base de violencia, a base de sexo, rezumando
alcohol y olores viejos a animalidad incandescente,
oscuros salvajes.
Los afortunados durmieron y soñaron con un sol brillante,
con frondosos bosques y llanuras verdes
repletas de lugares propicios al amor y a los instintos,
oscuros durmientes.
Otros observaban aterrados la muerte,
la tristeza ensombrecida, la inanición del alma,
incapaces de articular palabra,
oscuros derrotados.

Finalmente el sol salió, y todo sigue igual.

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