jueves, 2 de julio de 2009

El amante

La presencia promesa de ausencia se presiente ya en la mirada del amante,
Que observa la puerta anhelante,
Ávido y esperanzado ante la inminente llegada del objeto de deseo,
Perdido en la fantasía de la dicha
Y la desesperación.

Uno se enfrenta a sus demonios ante la puerta cerrada
O el teléfono silente,
Uno se siente morir o vivir, enajenado,
Al ritmo de un corazón ajeno y extranjero,
Extrañado.

Uno muere en el silencio o en el recuerdo de palabras dichas, alegres
En su sencillez, palabras viejas compartidas en momentos y lugares eternos.

Uno vive en el silencio compartido de gemidos y caricias, de miradas
Llenas de futuro pero escritas en pretérito, pretérito perfecto, pretérito soñado.

Uno que quiere ser dos, dos que batallan por ser uno.

La locura se viste de gala para acompañar a los amantes a la alcoba,
Preludiando la locura mayor,
El dolor inmenso de la derrota,
Los sinsabores del desamor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario